Opinión de la Thermomix

Hoy os dejamos con la opinión de la thermomix y sus cositas:

El robot de cocina Thermomix TM5 es un excelente amigo para cualquier persona que se aventure a realizar recetas de cocina. Este puede preparar ricos postres, cremas, gazpachos y muchas otras cosas, el producto es de gran calidad y no debemos preocuparnos por cambiarle repuestos periódicamente.

Este modelo contiene libros digitales con nuevas novedades de cocina bastante innovadoras. Cada una de las recetas que se encuentra en el libro ofrece platos exquisitos que degustarán el paladar de tu familia, o ¿Por qué no? También el de tus invitados y/o amigos.

Además su facilidad de uso hace que las personas que tengan poca experiencia en la cocina deseen utilizar el producto para cualquier tipo de tareas. Con la gran cantidad de funciones que tiene todos quieren utilizarlo desde lo más complicado hasta para las cosas más simples.

Sinceramente, creo que nunca me hubiera comprado una Thermomix. Pero tengo una que me regalaron, y desde entonces la he usado bastante. Sin embargo, hay una conversación que sale una y otra vez cuando se habla de la Thermomix, ¿merece la pena? Como en casi todo hay auténticos fanáticos, y auténticos detractores. Ambos bandos esgrimen argumentos poderosos pero, ¿dónde está el punto medio?

Por otro lado, creo que merece la pena hacer un post cuando ya ha pasado cierto tiempo desde la compra de cualquier aparato. Al pricipio, las opiniones pueden estar muy sesgadas, o muy positivas, o muy negativas, y solo el tiempo nos permite, a veces, juzgar con calma si una compra merece o ha merecido la pena. Ahí va mi opinión sobre la Thermomix (TM, en adelante)

Los datos. La Thermomix es un robot de cocina, desarrollado en Alemania en 1960 y comercializado por la empresa suiza Vorweck, que realiza 12 funciones: pesa, mezcla, pica, cuece al vapor, muele, tritura, cocina, amasa, bate, emulsiona, remueve y calienta. Del modelo TM5 (su buque insignia) se han vendido en España 400.000 unidades desde su lanzamiento en 2014. Cada día salen de sus fábricas 2.000 unidades, tras un proceso de montaje que dura 15 minutos. La ironía es que el precio (alrededor de 1.200 euros) sugiere un halo de exclusividad que realmente no existe: está presente en el 12% de los hogares españoles (más de 150.000), cuota nada desdeñable.

La clase magistral. En el auditorio no hay diversidad de opiniones. Todo lo que dice Samatha Vallejo-Nájera, mientras prepara un par de platos con la ayuda de su equipo, es celebrado con moderado entusiasmo por una audiencia formada en un 95% por mujeres, todas aparentemente de 45 años. Están entregadas a la causa. En teoría han venido a aprender recetas y trucos —la convención incluye también talleres y charlas—, pero uno diría que están aquí para sentirse parte del universo Thermomix, para celebrar que forman parte de un selecto grupo de personas que tienen en casa lo más parecido a un cocinero profesional a su servicio 24 horas. El fervor casi religioso que dedican a la marca solo lo he visto en los incondicionales de Mac.

samantha vallejo najera

La experta. «Es un pequeño microclima de sabor». Así describe Samatha Vallejo-Nájera el producto. «El sabor se queda dentro y las cosas salen muy ricas». Y añade: «La usan quienes saben cocinar y quienes no, porque si siguen paso a paso las recetas el plato les queda perfecto».

Las fans. El pequeño sondeo que realizo entre los asistentes ratifica su total rendición. Algunos tienen tan asimilado el concepto de grupo que hablan en plural, como Paz. «Me compré la primera en 1999, y ahora poseo el T5, con el que tenemos 2,7 litros de capacidad. Te aseguras de que lo que vas a cocinar sale bien. Comes bien y fuera del sota, caballo y rey». Marisol asiste con una amiga, ambas muy elegantes. «Tenía una desde hace 22 años, se me ha roto la semana pasada y me he comprado otra. La anterior al final la usaba más de picadora, porque la velocidad ya no funcionaba. Lo mejor es que no necesitas 30 cazuelas. ¿Alguna pega? El precio», explica.

El contrato. Todo relato tiene un momento de tensión, y este se produce en un espacio anexo donde se desperdigan stands de delegaciones locales de Thermomix y de firmas de electrodomésticos y alimentación. La mayoría exhibe en sus mostradores bandejas con pequeñas porciones de comida y cuando, como buen representante de mi profesión, me abalanzo sobre una de ellas, antes de que pueda llevarme el pedazo a la boca me aborda una comercial curtida y bien entrenada, quien, sin tocarme, me lleva en volandas dentro de su caseta y, de repente, me veo sentado a una mesa hojeando un folleto con promociones. La Thermomix más económica (1.249 euros) puedo conseguirla pagando cómodos plazos de 53,60 euros al mes durante dos años, sin intereses. Con el modelo superior, la cuota asciende a 55,75 euros. Irresponsable de mis actos, procedo a dar mi nombre, mi dirección, mi teléfono y a firmar el formulario, que, totalmente ofuscado, no sé a qué me obliga. A punto de sacar la tarjeta de crédito, en un acceso de lucidez me levanto tambaleándome y salgo huyendo de allí. Del edificio, quiero decir.

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